Elites, Mandamientos de Noé, colaboración
sionista con el nazismo
Autores: Israel Shamir, Joost van
Steenis, Peter Edel y Michael Korn
Escribe Israel Shamir:
1. El amigo holandés Joost van Steenis
está a punto de publicar un nuevo libro acerca de la relación entre elites y
masas, basado en sus artículos en Internet
http://members.chello.nl/jsteenis
. Quiere quebrar el poder de la elite (definida como el grupo que tiene poder
porque combina las tres F: Familia, Función y Finanzas), lo cual parece ser un
noble objetivo. Pero se equivoca, por cuanto las elites son necesarias. Si se
destruye la elite de un país determinado, surgirá una contra-elite en su lugar.
El ascenso de los judíos, que tiene preocupados a tantos lectores nuestros, no
habría tenido lugar si las elites anteriores no hubiesen resultado destruidas o
socavadas. Así por ejemplo, sin el terror que cundió en el año 1793 durante la
revolución francesa, hoy en día Francia no estaría tripulada por la pareja
Sarkozy-Kouchner.
Más aún, ningún cuerpo social puede prescindir de elites. Así,
en 1948 la tragedia palestina sucedió porque la endeble elite palestina se
marchó del país, al modo de los desertores, y se fue al extranjero como para
unas largas vacaciones. Sólo un miembro eminente de la elite tradicional, Abd el
Kadr el Husseini, permaneció en el país y encabezó la resistencia; después de
que lo mataran, la resistencia palestina se desplomó. Con los años, de la nación
brotará una nueva elite, claro, pero esto lleva tiempo, y no siempre tenemos
tiempo.
Por lo tanto, el problema es el de la traición de la elite, y
debemos procurar controlar a las elites, y a veces castigarlas, pero su
eliminación, o sustitución masiva, es una meta errónea que llevará al desastre.
Lo cual no quita que merecen leerse las reflexiones de Joost.
2. El libro de nuestro amigo Peter Edel sobre “Historia del
sionismo” acaba de ser traducido al turco
(
http://www.kitapyurdu.com/kitap/134804/siyonizmintarihiyildizingolgesi).
Hace unos cinco años se había publicado en holandés, y las repercusiones para el
autor fueron serias (peteredel@telfort.nl):
perdió su trabajo, se encontró ostracizado (en una cruel situación de completo
ostracismo social), y por poco que tiene que vivir en la calle. Ahora, con la
traducción al turco de su libro, se sintió estimulado para traducir algunas
partes del mismo al inglés, con lo cual ya está a nuestro alcance. Es una
lectura interesante aunque discutible.
Su idea principal es correcta. Habría que dessionizar a Israel,
deberíamos renunciar al objetivo de un Estado palestino, y en su lugar,
construir un Estado para todos sus ciudadanos que remplazaría la actual
“confederación de caballo con jinete”. También dice muy correctamente que el
trasfondo religioso debe tenerse en cuenta, superando el terror que le tienen
los antisionistas laicos a tocar ese tema peliagudo.
Pero aquí empiezan nuestras discrepancias radicales. Él propone
que los no judíos abracen el credo bastardo de los llamados “mandamientos de
Noé”. Así escribe: “no es difícil respetar las siete leyes de Noé, pues son
leyes que tienen un carácter muy universal. Ni los musulmanes ni los cristianos
tienen nada que objetar por ejemplo contra la prohibición de la idolatría, o el
mandamiento de fijar un sistema de leyes” [1].
No es difícil enarbolar la bandera blanca, nada es más fácil que
renunciar y rendirse. Edel no se da cuenta de que la aceptación de dichos
“mandamientos de Noé” es precisamente la bandera blanca que los judíos quieren
ver ondear sobre las líneas de los goys, de los no judíos. Estas leyes
presuponen que la mera existencia de los goys sólo se justifica para
servir a los judíos. O sea, es un acto de devoción del esclavo ante su amo. No
es casual que los Estados Unidos hayan integrado a sus leyes fundamentales los
“Siete Mandamientos de Noé”, y se hayan vuelto obsecuentes con los judíos. [2]
En mi libro Pardes, lo explico detalladamente [traducción
al español:
http://litek.ws/aaargh/espa/solavaya.html /aaargh/fran/livres2/PardesSp.pdf
; versión impresa:
http://www.israelshamir.net/Spanish/Spanish.htm y
www.libreriaeuropa.info]
En el universo judío, los gentiles deberían someterse a
los judíos. La aceptación de los Siete Mandamientos de Noé [3] es una forma de
admisión semejante. En breves palabras, un Goy tiene que abstenerse de venerar a
otros dioses. Más importante todavía, un goy no debería tener festividades ni
ritos propios. Mientras no tenga religión todo está bien; su existencia
desespiritualizada no causa alarma. Rambam (o Maimónides) expuso: “Un gentil que
crea o siga un régimen religioso diferente de los Siete Mandamientos debería
ser azotado y advertido de que será ejecutado si persiste. No permitimos que los
gentiles cumplan ritos y mandamientos propios.” (p. 135) [4].
O sea, ni Navidad, ni Semana santa, ni Id el-fitr, ni Id el-adha
para los gentiles que acepten esta ley. Solamente trabajar y comprar, comprar y
trabajar. Esto tal vez le convenga a muchos de los compatriotas de Peter Edel,
pero para nosotros, los habitantes de Tierra Santa es imposible.
Cuando san Pedro y san Pablo empezaron a cumplir su misión, los
judíos pidieron a los cristianos de origen gentil que aceptaran los Mandamientos
de Noé y que renunciaran a comer las carnes sacrificadas según los ritos
paganos. San Pedro estaba dispuesto a aceptarlo, pues lo mismo que su tocayo
Peter Edel, no entendía el significado de dicha prohibición. Pero san Pablo se
negó, porque entendía que si lo aceptaban, los cristianos estarían aceptando
entrar en el universo según lo regulado por los judíos [5]. A él no le importaba
comer según una u otra ley, pero era imprescindible que se dijera: podemos
negarnos; lo que llaman “prohibición” los judíos no tiene nada que ver con
nosotros.
Peter Edel hace un llamado para que se establezca una democracia
laica en un 100%. No estoy seguro de que esto sea aceptable para nosotros. La
mayoría de los palestinos votó por un partido que descansa en la fe religiosa, y
un 70% de los judíos tienen también una afiliación religiosa. “Una democracia
laica en un 100% unida a la aceptación de los mandamientos de Noé” significaría
entregarse a la voluntad judía. Hay países que siguieron esa vía, y uno de ellos
es USA. Éste no puede ser un ejemplo para nosotros. Aceptar las religiones de
otros, sí, pero laicidad total no, gracias.
Escribe Peter Edel: “mientras un no judío observe los siete
mandamientos de Noé, será respetado por los judíos y puede contar con su
hospitalidad. A esta gente ellos la llaman ‘Ger Toshav’.”
Pero Peter se equivoca doblemente. Un ‘Ger Toshav’ tiene sus
derechos recortados; ¡matarlo no es considerado siquiera un crimen! Más
importante todavía, ningún goy puede convertirse en ‘Ger Toshav’ hoy en día, y
esto me lo explicó el rabino Hanan Porta, MK, y él había aprendido esta
‘halacha’ del rabino Kook. Lo de ‘Ger Toshav’ es una categoría que valía en los
días del Templo; por lo cual para convertirse en ‘ger toshav’, no basta con
aceptar los mandamientos de Noé, sino que uno tiene que colaborar en la
destrucción de la mezquita de al-Aksa y en la reedificación de un renovado
templo judío sobre sus ruinas.
Para completar esta refutación del ensayo de nuestro buen amigo
Peter Edel, copio al final de este documento un largo fragmento de una carta de
Menachem Korn, un judío convertido a la fe cristiana, que le escribe a un
predicador judío, Yaffa Eliach. Korn tiene sus defectillos, y conviene tirar la
cáscara además de sacarle la sustancia, por cierto, pero he aquí, para empezar
una cita que viene al caso.
3. Escribe Mijail Korn sobre los Mandamientos de Noé:
“Los judíos [de hoy] son en realidad los auténticos seguidores
de los siete mandamientos de Noé, mientras que los cristianos son más bien los
fieles hebreos de la Biblia, en la medida en que la doctrina basada en Noé
enfatiza exclusivamente el cumplimiento de unas leyes, a las que supuestamente
debería acogerse toda la humanidad; es decir que desconocen los temas de la
salvación y la redención por la religión revelada, tema que sin embargo está en
muchas páginas de la Biblia. Pues bien, la relación personal con el dios
creador que diseña el molde atribuido a Noé describe lo que es en la práctica la
religión judía, con su insistencia obsesiva en fijar leyes y reglamentos. Cuando
los judíos procuran convertir a los cristianos en seguidores de Noé, están en
realidad tratando de convertirlos a su propio sistema de creencias, el
Judas-ismo, es decir la religión de los que, como Judas, traicionaron a su
Señor; le cambian el nombre a todo esto simplemente para distinguirse. Está el
judaísmo [anticuado] con sabor a Marlboro, y el Noahismo, “Noé-ismo” [así mismo
neo-judaísmo] con sabor a Winston, pero los dos causan el mismo cáncer
espiritual.
De hecho, la apelación de seguidores de Noé, o sea “Noahides”
les sienta bien a los que se suman al judaísmo. Se podría ortografiar también
“No-hide” (no-ocultado), es decir sin ningún tipo de piel para cubrirse, lo que
es una descripción perfecta de estos hijos perdidos de Abraham que desdeñaron el
amparo y la salvación ofrecida por el Hijo único