Carta a Manuel Talens
Por Israel
Shamir
[Manuel
Talens, escritor español y traductor de algunos de los ensayos de Shamir, rompió
relaciones con Shamir y llamó a boicotear a Shamir porque hay libros de Shamir
publicados por “Pedro Varela, un editor nazi español y firme defensor de la
herencia de Hitler” ]
Manuel, tu
obsesión con Hitler te tiene despistado. Hitler se murió, ¿no te has enterado?
¿A quién le importa si al señor Varela le fascina su memoria, o le fascina
Gengis Kahn, o Napoleón? ¿Qué es lo más importante para ti, un chico palestino
vivo o un gobernante alemán difunto? Gilad Atzmon, al cual admiras con razón,
llamó a la unidad, pero tú provocas división.
A mí no me hace
gracia estar en la misma trinchera (como escribiste) que un negador de Cristo
como tú, pero la militancia política no es un masaje tailandés, y lo que nos
guste o nos deje de gustar no es asunto relevante. Para mí, nuestra lucha no es
una actividad social, sino una batalla de vida o muerte. En esta batalla, por
impedir que mi mensaje llegue a la gente te has convertido en un lastre.
¿Por qué es tan
importante Hitler para ti? ¿Cómo puedes sobrevivir en España entre gente que
apoyó a Franco, firme aliado de Hitler? ¿Por qué no protestas si a un autor
entre los nuestros lo publica un editor judío como por ejemplo el New York
Times que tiene el record entre los que publican textos favorables a Sharon?
No, Hitler es el
que menos me importa. Defiendo a un Hitler actual (si nos atenemos al jefe de
los rabinos de Israel), el presidente iraní Ahmadineyad. No me asquean los
hítleres de ayer, trátese de Saddam Hussein, de Nasser (según MacMillan) o de
Arafat (en opinión de Begin). Me publicaron estalinistas en Rusia, y el
presidente Bush te enseñó que Stalin es peor que Hitler. “Hitler” es el nombre
genérico de cualquier enemigo de los judíos, como “Amalek”. Tu miedo mortal a
Hitler te convierte en un eslabón muy débil (junto con el hecho de que reniegas
de Cristo) porque indica tu sometimiento al universo según lo ordenan los
judíos. Me tienen sin cuidado Hitler y los nazis, pero desconfío profundamente
de los anti-nazis, esa gente que ronda con banderas israelíes y pide que se
prohíba uso del pañuelo [keffye] palestino. En serio, un hombre al que asusta
el nombre de Hitler debería permanecer fuera del debate sobre Palestina, porque
tendrá que gastar mucho de su tiempo y el nuestro repitiendo que él no es un
antisemita.
Admiro a mi
editor español Pedro Varela por su noble rechazo a la OTAN, a la agresión
judeoamericana en el Medio Oriente, por su valentía, por ser capaz de entregar
mi mensaje al pueblo español a pesar de las persecuciones policíacas, por su
amor a la historia de España, al pueblo español, a la iglesia española. Aunque
mis tíos pelearon por la República española, a pesar de que no le oculté mis
simpatías comunistas, Varela no se dio a la fuga como tú.
Cuando me
refiero a Cristo no lo invoco en vano: Aquél que se hizo amigo de putas,
pescadores y colectores de impuestos es la luz que me guía; sus enemigos los
fariseos que miraban cuidadosamente con quién andaban son los tuyos.
Traducción :
Maria Poumier